Ejercicios para caminar con los dedos de los pies
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Los niños caminan de puntillas cuando se apoyan en la planta de los pies sin que los talones toquen el suelo. Los niños menores de 2 años experimentan a menudo con la marcha de puntillas, pero suelen superarla rápidamente y adoptan un patrón de marcha de talón a punta. En algunos casos, la marcha de puntillas en los niños puede ser un signo de afecciones médicas subyacentes, pero en la mayoría de los casos se desconoce la causa. La marcha de puntillas idiopática se refiere a la marcha de puntillas en niños sin motivo ni diagnóstico subyacente.
La marcha de puntillas prolongada puede hacer que los músculos de la pantorrilla se tensen hasta el punto de impedir que el niño pueda bajar los talones al suelo por completo. Si está preocupado, o si el niño no ha superado la marcha de puntillas a la edad de 3 años, existen métodos para corregirla, y es posible que desee consultar con un profesional sanitario para organizar fisioterapia para la marcha de puntillas.
Si la marcha de puntillas no se trata, su hijo puede desarrollar uno o varios efectos a largo plazo que podrían impedirle alcanzar hitos esenciales para el desarrollo de su crecimiento. El tratamiento típico de la marcha de puntillas comienza con estiramientos de la pantorrilla, ejercicios de fortalecimiento y entrenamiento de la marcha. Existe un plan interactivo en el que participan un fisioterapeuta, los padres y el niño, que trabajan en equipo para conseguir un patrón de marcha típico de talón a dedo. Los métodos pueden incluir:
¿Se puede corregir la marcha de puntillas?
Si un problema físico está contribuyendo a la marcha de puntillas, las opciones de tratamiento pueden incluir: Fisioterapia. Los estiramientos suaves de los músculos de las piernas y los pies pueden mejorar la marcha del niño. Aparatos ortopédicos o férulas.
¿Cómo se arregla la marcha sensorial de los dedos de los pies?
El estiramiento y la fisioterapia suelen sugerirse como el primer tratamiento a aplicar porque es mínimamente invasivo. Las escayolas, las órtesis de tobillo-pie (AFO) y las inyecciones de botox son otras opciones que pueden resultar eficaces.
Objetivos de fisioterapia para caminar de puntillas
La marcha de puntillas idiopática (ITW), como su nombre indica, se refiere a la manifestación de este patrón de marcha sin una causa patológica subyacente conocida. Se trata de un diagnóstico de exclusión, en el que se han descartado otras afecciones causantes de una marcha equina.
Al considerar el diagnóstico diferencial, es importante tener en cuenta cualquier posible afección neuromuscular o musculoesquelética subyacente. La marcha de puntillas puede estar causada por parálisis cerebral, contractura congénita del tendón de Aquiles o trastornos musculares paralíticos como la distrofia muscular de Duchenne. La marcha de puntillas idiopática puede estar asociada a trastornos del desarrollo como el autismo u otros trastornos miopáticos o neuropáticos.
La mayoría de los trastornos causantes de la marcha de puntillas pueden descartarse mediante la historia clínica y la exploración física, lo que da lugar a un diagnóstico de Marcha Idiopática de Puntillas. Un niño con un diagnóstico de ITW presentará un examen neurológico normal con respecto al tono muscular, los reflejos, la sensibilidad y la fuerza. El niño puede o no tener una limitación pasiva en la dorsiflexión del tobillo. La marcha idiopática de los dedos del pie se presenta siempre de forma bilateral y simétrica, a diferencia de otras afecciones neurológicas que pueden causar una marcha unilateral o asimétrica de los dedos del pie.
Cómo corregir la marcha de puntillas en adultos
La fuerza y movilidad del pie es un componente crucial, aunque a menudo descuidado, del régimen de fuerza y recuperación de un corredor. El pie absorbe el impacto al correr y funciona como una superficie rígida para el impulso. Como resultado, “ese momento se convierte en el más importante”, dice Lauren Loberg, DPT, PT, OCS. Además, los desequilibrios musculares y las disfunciones en los pies pueden provocar lesiones. Incorpora estos siete movimientos a tu rutina para mejorar la salud de los pies y correrás más fuerte, durante más tiempo.
La fascitis plantar -una dolencia que implica dolor e inflamación del tejido que recorre la planta del pie- es frecuente entre los corredores. Para tratarla, Loberg prescribe un ejercicio de fortalecimiento del arco plantar llamado extensión y presión de los dedos.
Colócate de pie con los pies separados a la anchura de las caderas. Levanta los dedos de los pies y sepáralos todo lo posible. Mantén la posición hasta que te fatigues ligeramente. A continuación, con los dedos de los pies separados en el suelo, presione el pulpejo del dedo gordo hacia abajo sin dejar que se levante ninguna parte del pie. Realice diez repeticiones tres veces por semana después de correr.
Actividades de terapia ocupacional
Principio de páginaBuscarLos 5 ejercicios favoritos para andar de puntillasLos niños pueden andar de puntillas por muchas razones. A veces lo hacen porque les divierte y les hace rebotar. Tal vez lo hacen porque el peluche que están usando está demasiado lejos. Puede que tengan los músculos tensos por una parálisis cerebral. O tal vez su tronco es débil y le resulta más fácil andar de puntillas debido a la mecánica corporal del tobillo. Sea cual sea la razón por la que su hijo decida o tenga que caminar de puntillas, es importante ayudarle a sentir el suelo con todo el pie y a practicar un patrón de marcha más típico de talón a punta.
¿Por qué es importante ayudar a su hijo a caminar de puntillas? Los huesos crecen en respuesta a la tensión y su hijo crece muy deprisa. Si sólo la parte delantera del pie está en contacto con el suelo al caminar, sólo esos huesos están sometidos a tensión. Esto significa que pueden crecer más que la parte posterior del pie, lo que puede hacer más difícil encontrar zapatos que se ajusten. Este cambio de presión en el pie al caminar se traslada a la pierna y afecta al desarrollo de los músculos y otras articulaciones. A los que caminan de puntillas les cuesta más seguir el ritmo de sus amigos en el patio de recreo y a veces tienen dolores. También pueden ser más propensos a tropezar y caerse, por lo que ayudar a su hijo a cambiar su forma de andar puede suponer una gran diferencia en su vida.