Ejercicios para lesiones condrales rodilla

Reparación del cartílago de la rodilla sin cirugía

Los problemas del cartílago articular de la rodilla son frecuentes. Las zonas lesionadas, denominadas lesiones, suelen manifestarse como desgarros o baches en la superficie del cartílago. Si un desgarro atraviesa todo el cartílago, los cirujanos lo denominan lesión de espesor total. Cuando esto ocurre, suele recomendarse la cirugía. Sin embargo, estas operaciones son todo un reto. La reparación y la rehabilitación son difíciles. Su cirujano tendrá en cuenta muchos factores a la hora de determinar el procedimiento más adecuado para usted.

El cartílago articular recubre los extremos de los huesos. Tiene una superficie lisa y resbaladiza, que permite que los huesos de la articulación de la rodilla se deslicen unos sobre otros sin rozarse. Esta superficie resbaladiza está diseñada para minimizar la presión y la fricción al moverse.

Cuando se lesiona la superficie del cartílago, no suele doler al principio. Esto se debe a que los tejidos cartilaginosos no están provistos de nervios. Sin embargo, cualquier agujero o rugosidad en el cartílago puede alterar el intrincado diseño de la articulación. Si esto ocurre, la articulación puede inflamarse y doler. Si la lesión es lo suficientemente grande, el hueso situado debajo del cartílago pierde protección, y la presión y la tensión sobre esta parte desprotegida del hueso también pueden convertirse en una fuente de dolor. Por último, si la lesión del cartílago no se trata, puede acabar causando otros problemas en la articulación.

Ejercicios a evitar con problemas de cartílago en la rodilla

El ejercicio regular para restablecer la fuerza y la movilidad de la rodilla es importante para su recuperación completa tras la cirugía artroscópica. Su cirujano ortopédico o fisioterapeuta puede recomendarle que haga ejercicio durante aproximadamente 20 a 30 minutos, 2 ó 3 veces al día. Pueden sugerirle algunos de los ejercicios que se indican a continuación. También pueden aconsejarle que participe en un programa de caminatas.

Esta guía puede ayudarle a comprender mejor su programa de ejercicios o actividades, supervisado por su cirujano ortopédico o fisioterapeuta. Para garantizar una recuperación segura, asegúrese de consultar a su fisioterapeuta o cirujano antes de realizar cualquiera de los ejercicios o actividades que se muestran.

Si tiene acceso a una bicicleta estática, ajuste la altura del asiento de modo que la planta del pie toque el pedal y realice una vuelta completa. A medida que se fortalezca, aumente lentamente la tensión de la bicicleta.

Es posible que su médico le recomiende que evite correr durante un tiempo después de la operación para proteger la rodilla. La duración de la restricción dependerá del tipo de intervención a la que se haya sometido. Por ejemplo, si le han reconstruido el ligamento cruzado anterior o le han reparado el menisco, la restricción para correr será diferente que si le han extirpado el cartílago desgarrado. Su médico le indicará cuándo puede reanudar gradualmente sus actividades de carrera.

Vídeo de ejercicios para dañar el cartílago de la rodilla

Un enfoque de base científica para la rehabilitación de las lesiones del cartílago articular comienza con el restablecimiento de la amplitud de movimiento pasivo, seguido de un programa de entrenamiento de resistencia progresivo para el fortalecimiento muscular, con especial atención a la alineación articular.

La filosofía asistencial del autor para la rehabilitación de las lesiones del cartílago articular se basa en los conocimientos de ciencia básica y aplicada descritos anteriormente (véase “La rehabilitación del cartílago articular empieza con la exploración, noviembre, página 45). Dado que existen pocos estudios de resultados para pacientes con lesiones del cartílago articular, un enfoque de resolución de problemas basado en los conocimientos obtenidos de las ciencias básicas y los estudios observacionales resulta útil para planificar un modelo de rehabilitación para pacientes con estas lesiones.

El tratamiento de las lesiones del cartílago articular requiere paciencia en la aplicación del programa, tanto para el paciente como para el clínico rehabilitador. En general, el autor prefiere restablecer la amplitud de movimiento pasivo (ROM) completa antes de iniciar un programa de entrenamiento de resistencia progresiva para el fortalecimiento muscular. El entrenamiento funcional de las articulaciones de las extremidades inferiores puede realizarse al principio de la rehabilitación, pero no debe incluir actividades estáticas (por ejemplo, posturas prolongadas) o balísticas (por ejemplo, saltos). Aunque los síntomas son una base para la orientación del programa, basarse estrictamente en ellos no siempre tiene éxito.

Ejercicios para rodillas sin cartílago

En la actualidad, existen múltiples opciones terapéuticas, como la farmacoterapia, la fisioterapia, la cirugía y la rehabilitación, para tratar la KOA en la clínica (Michael et al., 2010). Sin embargo, la farmacoterapia tiene muchos efectos secundarios, como insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión y toxicidad renal (Kan et al., 2019). La fisioterapia tiene sus limitaciones, que deben combinarse con la cirugía. Una fisioterapia adecuada antes y después de la cirugía puede restaurar la fuerza del cuádriceps y mejorar la propiocepción de los pacientes con KOA después de la cirugía (Henderson et al., 2018). La cirugía no es adecuada para pacientes con KOA en estadio temprano. Es muy necesario encontrar un tratamiento no quirúrgico para aliviar eficazmente los síntomas de los pacientes con KOA.

El entrenamiento con ejercicios tiene como objetivo mejorar cualquier parte de las funciones corporales a través de la propia fuerza del paciente o la operación asistida del terapeuta o con la ayuda de equipos (Sheikh y Vissing, 2019). Una revisión sistemática de ensayos aleatorizados de ejercicio terapéutico en pacientes con KOA indicó que el ejercicio puede reducir significativamente el dolor, mejorar la función física y la calidad de vida (Fransen et al., 2015). Además, el entrenamiento con ejercicio puede mejorar la función cardiorrespiratoria, aumentar la fuerza muscular, estabilizar la postura y mejorar la salud psicológica (Garber et al., 2011). Por lo tanto, el entrenamiento con ejercicios es una terapia complementaria eficaz y desempeña un papel importante en el tratamiento de pacientes con KOA. Sin embargo, hay pocos artículos de revisión sobre el entrenamiento con ejercicios para la KOA, y carecen de la exploración de sus mecanismos.

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