Tabla de ejercicios para pacientes con insuficiencia cardíaca

Insuficiencia cardíaca congestiva

La insuficiencia cardíaca (IC) se asocia a síntomas físicos debilitantes, que se traducen en una notable disminución de la calidad de vida. La intolerancia al ejercicio, con fatiga y disnea pronunciadas, son características clave del síndrome de IC. Contraintuitivamente a primera vista, el entrenamiento con ejercicio es una de las formas más eficaces de mejorar el rendimiento físico y la calidad de vida, y de reducir la morbilidad y la mortalidad. Las recientemente publicadas directrices de la ESC de 2016 para el diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda y crónica han incorporado una recomendación de ejercicio aeróbico regular en pacientes con IC para mejorar la capacidad funcional y los síntomas y reducir el riesgo de hospitalización por IC (recomendación de clase I). Sin embargo, sigue existiendo una laguna de conocimiento considerable entre estas recomendaciones firmes y la falta de directrices prácticas sobre la prescripción del entrenamiento con ejercicios. En cualquier caso, es esencial adaptar el régimen de ejercicio prescrito al fenotipo de IC del paciente y a sus capacidades, así como tener en cuenta sus preferencias. Deben tomarse medidas activas para aumentar la difusión de la eficacia, la seguridad y las modalidades prácticas del entrenamiento con ejercicios en la IC entre cardiólogos, fisioterapeutas, organizaciones reguladoras y pacientes. De este modo, más pacientes, incluidos los ancianos y los pacientes frágiles con IC, acudirán a los centros de rehabilitación cardiaca.

¿Cuál es el mejor ejercicio para los pacientes con insuficiencia cardíaca?

Elija una actividad aeróbica que le guste, como caminar (al aire libre o en una cinta), bicicleta estática, natación, remo o aeróbic acuático. Consulte a su médico antes de levantar pesas. El ejercicio debe hacerse con regularidad para obtener beneficios; las directrices nacionales sugieren hacerlo casi todos los días de la semana, si no todos los días.

¿Qué actividades deben evitarse con insuficiencia cardíaca?

Beitel también ofrece estos siete consejos para hacer ejercicio de forma segura cuando se padece insuficiencia cardíaca: Evite los ejercicios que requieran o inciten a contener la respiración, como flexiones, abdominales, planchas y ejercicios isométricos.

Empeoramiento de la insuficiencia cardíaca

IntervenciónLos participantes son asignados aleatoriamente a un programa de entrenamiento funcional o a un programa de entrenamiento de fuerza, cada uno de 3 meses de duración. Las sesiones de ejercicio se realizan en el Centro de Investigación Clínica del HCPA. Los pacientes realizan el entrenamiento físico tres veces por semana durante un total de 36 sesiones. Ambos programas de entrenamiento con ejercicios físicos se realizan bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado en ciencias del deporte. Los ejercicios se realizan individualmente o en parejas. La frecuencia cardiaca (FC) en reposo y la presión arterial se miden con un esfigmomanómetro automático digital validado antes y después de cada sesión de entrenamiento. Las dos primeras sesiones de entrenamiento se destinan a que los pacientes se familiaricen con los ejercicios.Cada sesión de entrenamiento dura aproximadamente 50-60 min, y consiste en un calentamiento inicial de 5 min, 35-45 min de ejercicios funcionales o de fuerza, y 10 min de estiramientos y enfriamiento (Tabla 1).

Tabla 1 Fases de las secciones y conjunto de ejercicios realizados en los protocolos de entrenamientoTabla completaEntrenamiento funcionalCada fase del entrenamiento funcional incluye un total de 10-12 ejercicios diferentes. Los movimientos prescritos consisten en ejercicios multiarticulares que hacen hincapié en los principales grupos musculares y en AVD como sentarse, levantarse, empujar y tirar. En el entrenamiento se utilizan superficies inestables, conos, ejercicios de escalera, bandas elásticas, kettlebells, mancuernas, escalones y pelotas suizas. La intensidad del ejercicio es a ritmo propio, aunque el fisioterapeuta anima a los participantes a realizar ejercicios de alto rendimiento (tiempo y número de repeticiones) y a aumentar progresivamente su rendimiento o la dificultad de cada ejercicio. El periodo de descanso entre las series viene determinado por el tiempo necesario para la correcta colocación del paciente y la recuperación de la respiración. De hecho, los ejercicios se ajustan en cada sesión en función de los cambios en el estado funcional y de salud. La secuencia de los ejercicios funcionales está diseñada para alternar ejercicios de fuerza con entrenamiento de agilidad o ejercicios de fuerza con acondicionamiento aeróbico, así como ejercicios de brazos con ejercicios de piernas siempre agrupados de dos en dos o cada tres ejercicios. La carrera en el trampolín se realiza como calentamiento y se repite al final de la sesión antes de los ejercicios de estiramiento (Tabla 2).

Contraindicaciones del ejercicio para la insuficiencia cardíaca

No hay casi ninguna enfermedad de la que el ejercicio no sea beneficioso. Por ello, el hecho de que haya sufrido un infarto de miocardio, un corazón débil (insuficiencia cardíaca congestiva) u otra enfermedad cardíaca no significa que tenga que quedarse sentado sin hacer nada. De hecho, con ejercicio regular (más de 150 minutos a la semana), puede acelerar su recuperación, mejorar la función cardiaca e incluso dejar de tomar algunos de los medicamentos que está tomando.

Para mantener una salud cardiovascular óptima, es fundamental seguir una dieta cardiosaludable y mayoritariamente vegetal, junto con una reducción del estrés, en combinación con el ejercicio antes descrito.

Recomendación de ejercicio Aha

También es cierto que se necesitan distintos tipos de ejercicio para conseguir una forma física completa. “El ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia son los más importantes para la salud del corazón”, dice el fisiólogo del ejercicio de Johns Hopkins Kerry J. Stewart, Ed.D. “Aunque la flexibilidad no contribuye directamente a la salud del corazón, es sin embargo importante porque proporciona una buena base para realizar ejercicios aeróbicos y de fuerza con mayor eficacia.”

Para qué sirve: El ejercicio aeróbico mejora la circulación, lo que se traduce en una disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, afirma Stewart. Además, aumenta la capacidad aeróbica general, medida, por ejemplo, mediante una prueba en cinta rodante, y favorece el gasto cardíaco (la capacidad de bombeo del corazón). El ejercicio aeróbico también reduce el riesgo de diabetes de tipo 2 y, si ya vives con diabetes, te ayuda a controlar la glucosa en sangre.

Ejemplos: Caminar a paso ligero, correr, nadar, montar en bicicleta, jugar al tenis y saltar a la cuerda. El ejercicio aeróbico de bombeo cardíaco es el que los médicos tienen en mente cuando recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad moderada.

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